Esta mejor receta de sopa de lasaña es la comida reconfortante definitiva: acogedora, quesosa y fácil de preparar. Lleno de todos los sabores de la lasaña clásica: fideos tiernos, un rico caldo de tomate y un montón de mozzarella fundida, esta sopa en una sola olla es perfecta para las noches ocupadas. Con una mezcla cremosa de ricotta por encima, cada cucharada es puro consuelo. Lista en menos de una hora, esta sencilla sopa de lasaña se convierte en tu nuevo favorito familiar. Sírvela con pan de ajo para una cena acogedora perfecta.
No hay nada como un gran plato de sopa de lasaña que te brinde consuelo. Captura todos los ricos sabores de la lasaña tradicional: carne sabrosa, salsa de tomate ácida y queso cremoso, pero en una forma cálida y fácil de servir. Es la cena perfecta para las noches frías cuando anhelas lasaña, pero no tienes el tiempo o la energía para colocar y hornear.
¿Qué hace que esta receta de sopa de lasaña sea tan especial? Es el sabor y la facilidad. Estamos hablando de carne molida, ajo, hierbas italianas y un toque de nata para ese acabado aterciopelado. Agrega un generoso espolvoreado de queso y una cucharada de ricotta en la parte superior, y tendrás un plato que sabe a que ha estado hirviendo todo el día, aunque en realidad se prepara en menos de una hora. Y como se hace todo en una sola olla, la limpieza es pan comido.
Si amas las cenas acogedoras y reconfortantes como esta, asegúrate de probar mi lasaña de calabaza espagueti (una versión más ligera de la clásica), mi chili de carne, o este estofado de carne casero. Esta receta de sopa de lasaña también fue presentada en mi columna semanal de comida para el Winnipeg Sun. Puedes leer el artículo completo aquí, junto con más recetas acogedoras de invierno y maridajes de vino perfectos para probar.
Ingredientes de la receta
Aquí tienes todo lo que necesitarás para hacer esta acogedora sopa de lasaña en una sola olla. He añadido notas breves a continuación para mostrar por qué cada ingrediente es importante. ¡Vamos al grano!
Aceite de oliva – Un poco de aceite de oliva pone todo en movimiento: ayuda a que cebollas y ajo se caramelicen lo suficiente para crear una base sabrosa.
Cebolla amarilla y ajo – La base de toda buena sopa. Estos dos se unen para aportar dulzura, salinidad y una profundidad deliciosa a cada cucharada.
Carne molida – Hace que esta sopa sea contundente y satisfactoria, justo como las capas de carne en una lasaña tradicional.
Pasta de tomate – Agrega un sabor concentrado a tomate que dota al caldo de riqueza y profundidad. También espesa un poco la sopa.
Tomates triturados – Proporcionan cuerpo, acidez y ese clásico sabor de lasaña en forma líquida.
Hierbas y laurel – Una mezcla de albahaca seca, orégano y tomillo aporta notas herbáceas que redondean el sabor de la sopa. La hoja de laurel añade un toque terroso mientras hierve; solo recuerda retirarla antes de servir.
Sal, pimienta y azúcar – Un acto de equilibrio. La sal resalta el sabor, la pimienta añade un pequeño toque, y un toque de azúcar suaviza la acidez de los tomates.
Caldo de pollo y caldo de carne – Probé esta receta tantas veces solo con caldo de pollo o solo con caldo de carne, pero usar ambos fue el claro ganador. El caldo de pollo la mantiene ligera, el caldo de carne aporta profundidad y, juntos, entregan a la sopa ese sabor rico sin sentirse demasiado pesada.
Nata – Agrega una textura lujosa y sedosa que hace que esta sopa sea aún más reconfortante.
Queso mozzarella – Se derrite en el caldo, dando ese ambiente de lasaña en cada cucharada.
Queso parmesano + corteza de parmesano – El parmesano rallado aporta esa salinidad y sabor a nuez que todos amamos, y añadir una corteza de parmesano mientras la sopa hierve lleva el sabor a otro nivel. Es uno de esos pequeños trucos que marcan una gran diferencia.
Fideos de lasaña – Rompidos en trozos del tamaño de un bocado, imitan las capas tradicionales de lasaña sin la molestia.
Mezcla de queso ricotta – Una mezcla simple de ricotta, mozzarella y parmesano que añade una capa cremosa y quesosa a nuestra sopa de lasaña, tal como en una lasaña tradicional.

Instrucciones paso a paso
Paso uno: Sofreír la cebolla y el ajo – En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Añade la cebolla picada y cocina hasta que esté suave, unos 5 minutos. Incorpora el ajo picado y cocina por 1 minuto hasta que esté fragante.

Paso dos: Dorar la carne molida – Agrega la carne molida a la olla. Sazona con sal y pimienta negra. Cocina, rompiendo la carne en trozos pequeños, hasta que esté dorada y completamente cocida, aproximadamente 8 a 10 minutos.

Paso tres: Añadir la base de tomate y las hierbas – Incorpora la pasta de tomate, albahaca seca, orégano y tomillo. Cocina durante 3 a 5 minutos para intensificar el sabor.

Paso cuatro: Construir la sopa – Agrega los tomates triturados, el caldo de pollo, el caldo de carne, el azúcar, los fideos de lasaña rotos, la corteza de parmesano (si la usas), el parmesano rallado y el queso mozzarella. Revuelve bien para combinar, luego añade la hoja de laurel.

Paso cinco: Cocinar a fuego lento – Lleva la sopa a ebullición, luego reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 20 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que los fideos estén tiernos y los sabores se hayan mezclado.

Paso seis: Añadir la nata – Incorpora la nata y cocina a fuego lento durante otros 10 minutos hasta que esté bien caliente. Retira y desecha la hoja de laurel antes de servir.

Paso siete: Preparar la cobertura de ricotta – Mientras la sopa hierve, mezcla la ricotta, mozzarella, parmesano y un poco de sal en un tazón mediano. Revuelve hasta que esté suave, luego refrigera hasta que estés listo para servir.

Paso ocho: Servir – Sirve la sopa en tazones y cubre cada porción con una generosa cucharada de la mezcla de ricotta. Decora con más parmesano rallado, sirve y disfruta!

Preguntas frecuentes
Sí, puedes omitir la ricotta o sustituirla por queso cottage para una textura similar.
Absolutamente. Rompe en pedazos y agrégales directamente a la sopa; se cocinarán durante el proceso de cocción lenta.
Si la sopa está demasiado líquida, cocina a fuego lento destapada durante unos minutos más. También puedes añadir más queso rallado para conseguir una consistencia más espesa.
Consejos y trucos de expertos
- Usa queso rallado fresco: ¡Es hora de hacer ejercicio! Toma el rallador y ralla el tuyo siempre. El queso pre-rallado puede resultar conveniente, pero está recubierto con agentes antiaglomerantes que impiden que se derrita suavemente. El queso rallado fresco se derrite y sabe mejor. Totalmente vale la pena los minutos extra (y el dolor de bíceps).
- No te saltes la corteza de parmesano: Aporta una profundidad de sabor que es difícil de replicar.
- Un poco menos cocido si lo preparas con anticipación: Esto evita que se vuelva blando cuando se recalienta.
- Deja reposar la sopa antes de servir: Permitir que repose unos minutos potencia los sabores.

Variaciones y maridajes
- Cambia la carne molida por salchicha o pavo – Cambiar la proteína es una forma fácil de cambiar el sabor. Prueba con salchicha italiana picante para un toque adicional o carne molida de pavo si prefieres algo más ligero.
- Agrega espinacas o calabacín – ¿Quieres añadir un poco de verduras? Incorpora un puñado de espinacas o calabacín picado. Son una forma fácil de añadir un poco de color, textura y balance saludable al plato.
- Prueba con queso cottage en vez de ricotta: ¿Buscas una opción más ligera? El queso cottage puede funcionar aquí. Aún te da esa textura quesosa, solo con un poco menos de riqueza. Personalmente, soy del equipo ricotta, pero elige lo que más te guste.
- Usa diferentes formas de pasta: Si no tienes fideos de lasaña, prueba a usar rotini, penne o fusilli. Todos sostienen la salsa maravillosamente y aún te dan esa sensación acogedora de lasaña, ¡sin la necesidad de capas!
Ideas para servir: Las rebanadas de baguette tostado son perfectas para mojar en tu tazón de sopa de lasaña. Y si buscas algo un poco más especial, una sencilla ensalada de limón y parmesano añade un contraste fresco y picante a esta comida acogedora.
Maridaje de vino: Un tinto italiano de cuerpo medio como Chianti Classico o Barbera combina maravillosamente con la sopa de lasaña. La acidez brillante corta la riqueza de la carne y el queso, mientras que las notas afrutadas y terrosas complementan el caldo a base de tomate. Si prefieres algo un poco más audaz, Sangiovese o un Cabernet Franc más ligero son excelentes opciones también.
Preparación anticipada, almacenamiento y congelación
Preparación anticipada – Esta sopa es perfecta para la preparación de comidas: solo mejora con el tiempo. Simplemente espera para añadir los fideos hasta que estés listo para servir. Cocina la sopa según lo indicado (sin la pasta), luego almacénala en el refrigerador en un recipiente hermético. Cuando llegue el momento de comer, hierve los fideos por separado, recalienta la sopa en la estufa y mézclalos. Es posible que debas añadir un chorrito de caldo conforme la sopa espese.
Almacenamiento – Guarda la sopa y la cobertura de ricotta por separado en recipientes herméticos. La sopa se conserva en el refrigerador hasta por 4 días.
Para recalentar porciones individuales en el microondas – Transfiere la sopa a un recipiente apto para microondas (si no está ya en uno) y cubre ligeramente con una tapa apta para microondas o una servilleta de papel. Calienta a temperatura media durante 2 a 3 minutos, revolviendo a mitad de camino. Si es necesario, continúa en intervalos de 30 segundos hasta que esté caliente. Añade un chorrito de caldo si la sopa parece demasiado espesa; los fideos absorben líquido al reposar.
Congelación – Congela la sopa enfriada (sin la cobertura de ricotta) en recipientes herméticos hasta por 3 meses. Consejo profesional: Congela en porciones individuales para almuerzos o cenas acogedoras rápidas.
¡Si haces esta sopa de lasaña, me encantaría saber qué piensas! Dejar una calificación de 5 estrellas y un breve comentario significa mucho para mí y realmente ayuda a otros a encontrar y confiar en mis recetas. Muchas gracias por estar aquí y cocinar conmigo. ¡Saludos, amigos!

Receta de sopa de lasaña
Ingredientes
Ingredientes para la sopa de lasaña
- 2 cucharadas aceite de oliva virgen extra
- 1 grande cebolla amarilla finamente picada
- 8 dientes de ajo picados
- 450 gramos carne molida
- ½ taza pasta de tomate
- 1 cucharada albahaca seca
- 1 cucharada orégano seco
- 2 cucharaditas tomillo seco
- 1 lata de 800 gramos tomates triturados
- 1 cucharadita sal
- ½ cucharadita pimienta negra
- ½ cucharadita azúcar blanco granulado
- 1 hoja de laurel
- 3 tazas caldo de pollo
- 3 tazas caldo de carne
- ½ taza nata para montar
- 1 taza queso parmesano rallado fresco
- 1 corteza de parmesano opcional pero aporta mucho sabor.
- 1 taza queso mozzarella rallado fresco
- 8 – 10 fideos de lasaña rotos en trozos de aproximadamente 2.5 – 5 cm
Cobertura de queso ricotta
- 1 ¼ taza queso ricotta
- 1 taza queso mozzarella rallado
- ½ taza queso parmesano rallado fresco
- un poco de sal
Instrucciones
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Sofreír la cebolla y el ajo: Calienta 2 cucharadas de aceite de oliva en una olla grande a fuego medio-alto. Agrega la cebolla picada y sofríe hasta que esté suave, unos 5 minutos. Incorpora el ajo picado y cocina durante 1 minuto.
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Cocinar la carne molida: Añade la carne molida a la olla. Sazona con 1 cucharadita de sal kosher y ½ cucharadita de pimienta negra. Cocina, rompiendo la carne en pequeños trozos, hasta que esté dorada y completamente cocida, unos 8-10 minutos.
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Agregar la base de tomate y las hierbas: Incorpora la pasta de tomate, la albahaca seca, el orégano y el tomillo. Cocina durante 3-5 minutos para desarrollar los sabores.
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Construir la sopa: Agrega los tomates triturados, el caldo de pollo, el caldo de carne, el azúcar, los fideos de lasaña rotos, la corteza de parmesano, el parmesano rallado y el queso mozzarella. Revuelve hasta que esté bien combinado. Sazona con un poco más de sal y pimienta, y agrega la hoja de laurel.
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Cocinar a fuego lento: Lleva la sopa a ebullición, luego reduce el fuego a un suave hervor. Cocina durante 20 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que los sabores se mezclen y la sopa espese ligeramente.
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Añadir la nata: Incorpora la nata y cocina a fuego lento durante 10 minutos hasta que esté caliente. Retira y desecha la hoja de laurel antes de servir.
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Preparar la cobertura de ricotta: Mientras la sopa hierve, combina la ricotta, la mozzarella, el parmesano y un poco de sal en un tazón mediano. Mezcla bien y refrigera hasta que estés listo para servir.
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Servir: Sirve la sopa en tazones y cubre cada porción con una cucharada de la mezcla de ricotta. Decora con parmesano rallado adicional, si deseas. ¡Sirve y disfruta!