Este pesto de albahaca casero es fresco, con sabor a ajo y lleno de sabor. Hecho con ajo tostado, piñones, Parmesano y limón, es perfecto para mezclar con pasta, untar en pizza o extender sobre pan. Una vez que lo hagas desde cero, nunca volverás a comprarlo en la tienda.
Una de mis partes favoritas del verano son todas las hierbas frescas, y esta es la mejor receta de pesto de albahaca para hacer con ellas. Es brillante, con sabor a ajo y quesoso, con la cantidad justa de riqueza para pegarse a la pasta, verduras a la parrilla o una rebanada de pan crujiente. ¿El secreto? Tostar los dientes de ajo con los piñones para suavizar el sabor mientras se añade un profundo y sabroso gusto. Y una vez que hagas este pesto casero desde cero, nunca volverás a comprarlo en la tienda.
Ya sea que tengas albahaca del jardín o simplemente hayas recogido un manojo en el mercado, este pesto es mi opción favorita durante los meses de verano. Lo mezclo en sopas, lo echo sobre patatas asadas y siempre tengo un frasco en la nevera para sandwiches y cenas de último minuto.
También es la base perfecta para mi Flatbread Caprese fácil o se puede poner sobre esta Pizza de Coliflor. O pruébalo extendido sobre Pan Sin Levadura o servido sobre Bruschetta.
Ingredientes para el Pesto de Albahaca
Aquí tienes lo que necesitarás para hacer este sencillo pesto de albahaca, además de unos consejos para obtener el mejor sabor y textura cada vez:
- Hojas de albahaca fresca – Dulces, fragantes y la estrella del plato. Usa fresco, no seco, y empaqueta las tazas bien para obtener el mejor sabor.
- Piñones – Tostarlos ligeramente resalta un sabor más profundo y a nuez, y hace que el pesto tenga mucho más sabor.
- Dientes de ajo – Tostados enteros con los piñones para suavizar su sabor y mantenerlo rico sin ser demasiado fuerte.
- Jugo de limón fresco – Un poco de acidez lo ilumina todo y mantiene el pesto de sabor plano.
- Queso Parmesano – Añade un sabor salado y a nuez y esa rica profundidad umami que hace que el pesto sea irresistible. Siempre recomiendo rallarlo tú mismo a partir de un bloque; el pre-rallado simplemente no tiene el mismo sabor o frescura.
- Aceite de oliva virgen extra – Suave, ligeramente herbáceo y esencial para crear la rica y sedosa textura que deseamos. Un aceite de oliva de buena calidad realmente hace la diferencia aquí.
- Sal kosher – Realza todos los demás sabores. Siempre empiezo con poco y ajusto al gusto a medida que voy.
- Pimienta negra molida fresca – Solo unas pocas molidas añaden calidez y un toque de picor.

Instrucciones Paso a Paso
Paso Uno: Tostar los Piñones y el Ajo – En una sartén pequeña y seca a fuego medio, tuesta los piñones y los dientes de ajo enteros y pelados durante 2 a 3 minutos, removiendo con frecuencia, hasta que estén dorados y fragantes. Deja enfriar un poco.

Paso Dos: Mezcla los Ingredientes Base – En un procesador de alimentos, combina los piñones tostados, el ajo, el jugo de limón, la sal kosher y unas pocas vueltas de pimienta negra. Pulsa hasta que estén finamente picados.

Paso Tres: Añadir la Albahaca – Agrega las hojas de albahaca fresca al procesador y pulsa hasta que todo esté combinado, raspando los lados según sea necesario.

Paso Cuatro: Añadir el Aceite de Oliva – Con el procesador funcionando, vierte lentamente 80 ml de aceite de oliva. Comprueba la textura; si deseas que esté más líquida, añade de 15 a 30 ml más de aceite de oliva y vuelve a pulsar.

Paso Cinco: Añadir el Parmesano – Agrega el Parmesano rallado y pulsa solo unas pocas veces más hasta que todo esté incorporado de manera uniforme. Prueba y ajusta con más sal, pimienta o jugo de limón según sea necesario.

Preguntas Frecuentes
¡Sí! Nueces, almendras o incluso semillas de girasol pueden usarse en el pesto. Cada una aporta un sabor y textura ligeramente diferentes, pero todas son deliciosas.
¡No se requiere cocinar! El pesto está destinado a ser usado crudo o ligeramente calentado. Si lo vas a mezclar con pasta, reserva un poco del agua de la pasta y añade el pesto al final, fuera del fuego.
Si bien la albahaca es clásica, puedes sustituirla por otras hojas verdes como rúcula, espinacas o kale. Solo ten en cuenta que el sabor cambiará: la rúcula añade un toque picante, mientras que la espinaca es más suave y neutral.

Consejos y Trucos de Expertos
- Tosta el ajo – Hace una gran diferencia en el sabor y evita el sabor fuerte que puede traer el ajo crudo.
- Usa un buen aceite de oliva – Dado que es una parte importante de la salsa, la calidad realmente importa aquí.
- No mezcles demasiado – Pulsa en lugar de triturar para mantener algo de textura y evitar convertirlo en un puré verde.
- Ilumina con limón – Un chorrito de jugo de limón equilibra la riqueza y mantiene la albahaca vibrante.
Variaciones y Combinaciones
- Agrega espinacas o kale – Excelente para aumentar el pesto y añadir más verduras.
- Cambia el queso – Prueba con Pecorino Romano para un toque más salado o hazlo sin lácteos con levadura nutricional.
- Úsalo con – Pasta, verduras asadas, pollo a la parrilla. O como base para pizza o untable para sándwiches.
Maridaje de vinos: Un Sauvignon Blanc fresco combina maravillosamente con el pesto, equilibrando la riqueza mientras complementa la albahaca y el ajo. Uno de mis favoritos personales con esto es el Viognier; sus notas florales y su textura suave y redonda lo hacen una deliciosa combinación con los piñones tostados y el Parmesano.

Preparación, Almacenamiento y Congelación
Instrucciones para Preparar con Anticipación: Puedes hacer pesto hasta 3 días antes. Guárdalo en un frasco hermético con una capa delgada de aceite de oliva encima para prevenir que se oscurezca.
Instrucciones de Almacenamiento: El pesto casero se mantendrá en el refrigerador durante aproximadamente 5 a 7 días en un recipiente sellado. Verter una capa delgada de aceite de oliva sobre la superficie ayuda a preservar la frescura y mantiene el color vibrante.
Instrucciones para Congelar: ¡Absolutamente! Porciona el pesto en una bandeja de cubitos de hielo, congela, luego transfiere los cubos a una bolsa apta para el congelador. Úsalo dentro de 3 meses para el mejor sabor. Puedes descongelar en el refrigerador o añadir un cubo congelado directamente a la pasta caliente.
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Receta de Pesto de Albahaca
Ingredientes
- 2 tazas hojas de albahaca fresca empaquetadas
- 80 ml piñones ligeramente tostados
- 4 grandes dientes de ajo pelados y tostados
- 30 ml jugo de limón recién exprimido
- 50 g queso Parmesano rallado recién
- 80 ml aceite de oliva virgen extra más 15–30 ml más si es necesario
- 1 g sal más para hacer a gusto
- pimienta negra recién molida al gusto
Instrucciones
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Tostar los Piñones y el Ajo – En una sartén pequeña y seca a fuego medio, tuesta los piñones y los dientes de ajo enteros y pelados durante 2 a 3 minutos, removiendo con frecuencia, hasta que estén ligeramente dorados y fragantes. Deja enfriar un poco.
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Mezcla los Ingredientes Base – En un procesador de alimentos, combina los piñones tostados, los dientes de ajo pelados, el jugo de limón, la sal y unas pocas vueltas de pimienta negra. Pulsa hasta que estén finamente picados.
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Agregar Albahaca – Añade las hojas de albahaca fresca y pulsa nuevamente hasta combinar. Raspa los lados del recipiente según sea necesario.
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Incorporar el Aceite de Oliva – Con el procesador en funcionamiento, vierte lentamente el aceite de oliva virgen extra. Si deseas una consistencia más líquida, añade de 15 a 30 ml más de aceite e impulsa nuevamente.
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Agregar el Parmesano – Añade el queso Parmesano y pulsa solo unas pocas veces más hasta que esté todo bien incorporado. Prueba y ajusta la sazón con más sal, pimienta o jugo de limón si es necesario.