Estas quesadillas de pollo al horno en bandeja son fáciles, cremosas y perfectas para alimentar a un grupo—¡sin necesidad de darles la vuelta en la estufa! Cargadas de pollo desmenuzado jugoso, frijoles refritos cremosos, salsa, maíz, crema agria y una tríada de quesos, esta receta al horno es un cambio total de juego para reuniones o cenas entre semana.
Me encantan las buenas quesadillas, pero estar al lado de una sartén dándoles la vuelta una por una mientras todos los demás ya están comiendo? No es exactamente lo que considero un buen momento. Por eso estas Quesadillas de Pollo al Horno en Bandeja son un cambio total. Se hornean todas a la vez, se cortan maravillosamente y, ¿la mejor parte? Puedo sentarme y disfrutarlas con todos los demás.
Puede que sean el aperitivo más fácil y que más gusta que he hecho. Estas quesadillas de pollo son crujientes, cremosas, llenas de sabor y hechas para alimentar a un grupo—sin necesidad de estufa.
Esta no es la típica situación de quesadilla de un martes por la noche. Se hace en grandes cantidades, se hornea y está diseñada para impresionar con un esfuerzo mínimo. ¿Y el relleno? Vamos a agregar pollo desmenuzado jugoso, frijoles refritos cremosos, maíz, salsa, ajo, cebolla, crema agria y la cantidad justa de condimentos para que cada bocado sepa como si lo hubieras pedido en tu lugar Tex-Mex favorito. Utilizo una tríada de quesos—cheddar fuerte, Monterey Jack y mozzarella—para el derretido perfecto.
Lo que hace que esta receta sea tan especial (y mucho mejor que cualquier cosa de un autoservicio) es la forma en que se ensambla. Se colocan tortillas alrededor de la bandeja como una corteza, se apila el relleno, se añade el queso, y luego se pliega todo en un gigante “pastel” de quesadilla. Se dorará y quedará crujiente por fuera, mientras que por dentro se mantendrá pegajoso, quesudo y delicioso. Consejo profesional: presionarla con otra bandeja mientras se hornea ayuda a mantener todo junto y salir perfectamente crujiente.
Sirve con guacamole, crema agria o más de mi salsa casera de 5 minutos—la misma que está en el relleno. Aquí cumple un doble propósito y añade muchísimo sabor.
Ingredientes de la Receta
Pollo Desmenuzado Cocido—Puedes usar pollo rostizado, a la parrilla, o cualquier pollo cocido que tengas a mano. Esto facilita la receta para hacerla en una noche de semana y la convierte en una comida abundante y rica en proteínas.
Frijoles Refritos —Cremosos y ricos, actúan como el pegamento que une el relleno. Le dan a cada bocado una textura suave y ayudan a que todo se corte limpio sin desmoronarse.
Salsa—Añade frescura, humedad y un poco de picante. Uso mi salsa casera de 5 minutos—se integra perfectamente en el relleno y funciona como el dip perfecto al lado.
Granos de Maíz Congelados—Dulces, jugosos y coloridos. El maíz añade un buen contraste a los frijoles cremosos y al queso derretido, y le da un poco de textura al relleno.
Crema Agria—Solo unas pocas cucharadas hacen que el relleno sea extra cremoso y ayudan a suavizar las especias. Une todo sin hacerlo demasiado pesado.
Cebolla Amarilla y Ajo—El dúo poderoso. Se saltean al principio para crear esa base sabrosa que hace que todo lo demás sepa mejor. Sencillo, pero esencial.
Polvo de Chile—Aporta calor y un suave sabor ahumado—es el núcleo de ese sabor Tex-Mex que anhelas en tus Quesadillas de Pollo al Horno en Bandeja.
Comino Molido—Terroso y ligeramente nuez, el comino es un ingrediente clave en la cocina mexicana, añadiendo equilibrio y profundidad a la mezcla de especias.
Páprika Ahumada, Polvo de Cebolla, Polvo de Ajo y Orégano Seco—Estos básicos de despensa trabajan juntos para realzar el sabor sin dominar los otros ingredientes. Solo un poco de cada uno le da al pollo ese acabado sazonado, estilo restaurante.
Queso Cheddar Fuerte, Monterey Jack y Mozzarella—Cada uno juega un papel—cheddar por el sabor, Jack por el derretido perfecto, y mozzarella por su elasticidad. Créeme, esta combinación vale la pena.
Tortillas de Harina Grandes—La estructura de tu obra maestra de bandeja. Forman la base crujiente y la parte superior dorada, y necesitarás alrededor de 16 a 18 grandes para cubrir completamente la bandeja.
Mantequilla Derretida—Cepillada antes de hornear, ayuda a que las tortillas se vuelvan crujientes y doradas—justo como una quesadilla de restaurante.

Cómo Hacer Quesadillas de Pollo al Horno en Bandeja
Paso Uno: Sofríe la cebolla y el ajo—Comienza ablandando la cebolla y el ajo en una sartén a fuego medio-alto. Esto resalta su dulzura y establece una base sabrosa para todo el relleno.

Paso Dos: Añade las especias y tuéstalas—Espolvorea el polvo de chile, comino, páprika ahumada, polvo de cebolla, polvo de ajo, orégano, sal y pimienta. Déjalos tostar durante un par de minutos—esto activa las especias y le da al relleno ese profundo sabor cálido.

Paso Tres: Mezcla el relleno—Transfiere la mezcla de cebolla y especias a un tazón grande. Añade el pollo desmenuzado, los frijoles refritos, la salsa, el maíz y la crema agria. Mezcla todo junto hasta que esté bien cubierto y combinado. Se verá un poco desordenado—no te preocupes, eso es lo que lo hace tan bueno.

Paso Cuatro: Prepara tu bandeja—Cepilla ligeramente la parte inferior de una bandeja de 33×46 cm con mantequilla derretida. Esto ayuda a que las tortillas de abajo queden crujientes mientras se hornean (y previene que se peguen, lo cual es clave).
Paso Cinco: Coloca las tortillas—Coloca las tortillas alrededor de la bandeja, superponiéndolas para que sobresalgan por los bordes. Coloca más en el centro para cubrir completamente el fondo. Debería parecer que estás construyendo una manta de tortillas—confía en el proceso.

Paso Seis: Añade el relleno y el queso—Una vez que las tortillas estén listas, ensambla tus Quesadillas de Pollo al Horno en Bandeja extendiendo la mezcla de pollo de manera uniforme sobre las tortillas y luego espolvoreando la mezcla de quesos por encima. Intenta que llegue hasta los bordes para que cada bocado sea derretido.


Paso Siete: Pliega y termina—Añade dos tortillas más al centro, luego pliega las que sobresalen hacia arriba para sellar todo. Cepilla la parte superior con más mantequilla derretida—esto es lo que te dará esa capa superior dorada y crujiente.


Paso Ocho: Presiona y hornea—Coloca una segunda bandeja encima de la quesadilla para presionar. Esto ayuda a que se hornee uniformemente y mantenga su forma. Hornea a 220°C durante 20 minutos, luego quita la bandeja superior y hornea 5 minutos más hasta que todo esté crujiente y dorado.

Paso Nueve: Corta y sirve—Deja enfriar ligeramente, luego corta en cuadrados y ¡sírvelo! Me encanta acompañarlo con crema agria extra, guacamole o un lado de mi salsa de 5 minutos—cualquier cosa para mojar, sacar o rociar.

Preguntas Frecuentes
No lo recomiendo para esta receta. Las tortillas de maíz son más pequeñas y tienden a romperse al plegarlas, especialmente en un formato en capas como este. Las tortillas de harina se mantienen mejor, se pliegan fácilmente y te dan esa corteza dorada y crujiente.
¡Sí, si puedes! Ayuda a que la quesadilla se hornee uniformemente y mantiene todas esas capas presionadas para que se corte limpio. Si no tienes una segunda bandeja, una sartén de hierro fundido o cualquier plato pesado apto para horno funcionará.
Dos cosas a revisar: Primero, asegúrate de haber cepillado la parte inferior de la bandeja y la parte superior de las tortillas con mantequilla derretida (eso es lo que ayuda a que queden crujientes). Segundo, no te saltes el horneado descubierto al final—es cuando las partes superiores realmente se doran.
Puedes, pero el queso rallado fresco se derrite mucho mejor y te da esa textura cremosa y elástica. El queso preenvasado tiene almidones añadidos para evitar que se aglomere, lo que también significa que no se derretirá tan suavemente. Además, ¡me encanta el pequeño ejercicio de hacer tu propio queso y sabe mucho mejor!
Prueba añadiendo jalapeños picados o un poco de cayena al relleno. También puedes rociarlo con salsa picante o servirlo con salsa picante si tienes amantes del picante en la mesa.
Consejos y Trucos de Expertos
Usa pollo rostizado para ahorrar tiempo: Este atajo hace que la receta de quesadillas de pollo al horno en bandeja sea aún más fácil—y honestamente, el sazonado y la salsa le dan tanto sabor, que nadie se dará cuenta de que no cocinaste el pollo desde cero.
No escatimes en la mantequilla: Cepillar tanto la parte inferior de la bandeja como la parte superior de las tortillas es lo que te da ese acabado dorado y crujiente. Es la diferencia entre “meh” y “estilo restaurante”.
Haz que el queso llegue hasta los bordes: Cuando estés espolvoreando el queso, asegúrate de que llegue hasta los lados. Así es como obtienes esos bocados derretidos en cada rebanada—y tal vez incluso algunos bordes de queso crujiente (¡son TAN BUENOS!).
Pésalo—vale la pena: Usar una segunda bandeja o algo pesado por encima mientras se hornea mantiene todo presionado, lo que ayuda a que se corte limpiamente y mantenga su forma. También asegura un dorado uniforme.
Déjalo reposar antes de cortar: Dale 5–10 minutos después de hornear para que se asiente antes de cortar. Esto ayuda a que el queso se endurezca lo suficiente para que tus rebanadas salgan ordenadas.

Variaciones y Combinaciones
Adáptalo a tu grupo: A Walt no le gustan mucho los pimientos, así que normalmente los omito—pero si a tu gente le encantan las verduras, adelante, agrega 2 tazas de pimientos morrones picados o lo que quieras. Esta receta es muy flexible y fácil de personalizar.
¿Quieres darle un toque picante? Agrega jalapeños picados, salsa picante o un poco de cayena al relleno para darle un poco de calor.
Cambia la proteína: Carne molida, pavo o incluso champiñones salteados funcionan genial aquí—usa lo que tengas.
Comida de grandes cantidades pide bebidas de grandes cantidades: No hay mejor combinación que mi receta de Margarita en Jarra, refrescantes Mojitos o cócteles Paloma. Son fáciles, festivas y están hechas para compartir—igual que estas quesadillas. O manténlo simple con una cerveza lager mexicana bien fría.
Preparación, Almacenamiento y Congelación
Preparación anticipada: Puedes preparar el relleno un día antes—simplemente guárdalo cubierto en el refrigerador. Cuando estés listo para hornear, ensámblalo fresco para que las tortillas se mantengan bien crujientes.
Almacenamiento: Las sobras se mantendrán hasta 3 días en el refrigerador. Calienta las rebanadas en un horno a 190°C o en una tostadora durante unos 10 minutos para devolverles esa textura dorada y crujiente.
Congelación: Corta y envuelve porciones individuales, luego congela por hasta 3 meses. Puedes recalentarlas directamente del congelador—solo mételas al horno o tostadora hasta que se calienten y queden crujientes nuevamente.
Si haces esta receta y te encanta, me alegraría mucho que dejaras un comentario y una reseña de 5 estrellas—no solo ayuda a otros a encontrar la receta, sino que también realmente me alegra el día. ¡Muchas gracias por estar aquí! ¡Salud, amigos—espero que les encante tanto como a mí!
Receta de Quesadillas de Pollo al Horno en Bandeja
Ingredientes
Especias
- 1 cucharada polvo de chile
- 1 cucharadita comino molido
- ½ cucharadita cada uno páprika ahumada, polvo de cebolla, polvo de ajo y orégano seco
- espolvorear sal y pimienta negra
Base
- 1 cucharada aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla amarilla finamente picada
- 6 dientes de ajo picados
Relleno
- 6 tazas pollo desmenuzado cocido
- 1 lata de 450 g frijoles refritos
- ½ taza salsa usa mi salsa casera de 5 minutos si lo deseas
- 2 tazas granos de maíz congelados descongelados
- 1/4 taza crema agria
Ensamblaje
- mantequilla derretida para cepillar
- 16-18 tortillas grandes de harina
- 1 ⅓ tazas queso cheddar fuerte
- 1 ⅓ tazas queso Monterey Jack
- 1 ⅓ tazas queso mozzarella
Para Servir (Opcional):
- guacamole
- salsa extra
- crema agria
Instrucciones
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Sofríe los aromáticos – En una sartén grande a fuego medio-alto, añade aceite de oliva, cebolla y ajo. Sofríe durante 5 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que se ablanden.
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Tosta las especias – Agrega polvo de chile, comino, páprika ahumada, polvo de cebolla, polvo de ajo, orégano, sal y pimienta. Remueve frecuentemente y sofríe por 2 minutos más para activar las especias.
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Combina el relleno – Transfiere la mezcla de cebolla y ajo a un tazón grande. Añade el pollo desmenuzado, los frijoles refritos, la salsa, el maíz y la crema agria. Mezcla hasta que estén combinados uniformemente.
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Prepara el horno y la bandeja – Precalienta el horno a 220°C. Cepilla ligeramente la parte inferior de una bandeja de 33×46 cm con mantequilla derretida.
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Ensamblar la capa base – Coloca las tortillas superpuestas alrededor del perímetro de la bandeja para que la mitad de cada tortilla sobresalga del borde. Coloca dos o tres tortillas en el centro para cubrir completamente el fondo.
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Añade el relleno y el queso – Extiende la mezcla de pollo uniformemente sobre las tortillas, luego espolvorea la mezcla de queso uniformemente por encima.
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Plega y sella – Coloca dos tortillas más en el centro, luego pliega las tortillas que sobresalen hacia el centro para cubrir completamente el relleno. Cepilla la parte superior con más mantequilla derretida.
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Hornea y pesa – Coloca una segunda bandeja grande encima para pesarlo. Hornea durante 20 minutos.
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Destapa y termina de hornear – Retira la bandeja superior y hornea 5 minutos más, o hasta que la parte superior esté dorada y crujiente.
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Corta y sirve – Deja reposar unos minutos, luego corta en cuadrados y sirve con crema agria, guacamole o salsa extra.